El Tata Cedrón
Juan Carlos Cedrón nació en Buenos Aires el 28 de junio de 1939. Cuando tenía 13 años, su familia se mudó a Mar del Plata. Su padre le regaló una guitarra y le pagó las clases de Cacho Otero, con quien aprendió técnica y tango. A los 16 años se inscribió en la Escuela de Canto Coral del pianista Manuel Rego y el organista Héctor Zeoli, donde aprendió teoría musical. Finalmente, en el conservatorio municipal Manuel de Falla, completó su formación como compositor y guitarrista.
Si bien la vanguardia del Tango ya estaba comenzando a dar sus primeros pasos, esta era muy «instrumental» para su gusto. En 1964, su asociación con Juan Gelman para el disco Madrugada marcó el inicio de su sendero artístico, donde música y poesía siempre irían de la mano.
Con ese disco nació también el Cuarteto Cedrón, que sigue activo hoy en día. Inicialmente estaba conformado por Juan Cedrón (guitarra y voz), Miguel Praino (violín), César Stroscio (bandoneón) y Luis Sarraute (contrabajo).
También durante la década de 1960, Cedrón fundó uno de los pocos reductos tangueros de la década de 1960, el café concert «Gotán», pero de existencia efímera.
En París, Cedrón conoció a Julio Cortazar.
Y en 1974 se exilió en Francia, donde iban a transcurrir exactamente tres décadas de su vida, antes de su regreso definitivo a Buenos Aires.
Juntos escribieron un triste himno del exilio, el tango «Canción sin verano».
Ya no hay verano en mi tierra de ayer, solo distancia de lo que se fue. Muertas las manos callada la voz de los amigos que el odio destruyo. Lejos, tan lejos mi claro país, sol de ceniza, luna tan gris. ¿Dónde estará la verdad de la luz, donde el verano con su cielo azul? Ya no hay sonrisas, caricias de amor, es tan de noche para mi corazón. Lejos, tan lejos mi claro país, sin un verano, sin un jazmín. Yo sé que un día el trigal se alzará sobre la pampa de la libertad. Yo sé que entonces iremos al sur y esta guitarra se llenará de luz. Lejos, tan lejos, mi claro país. Cerca, tan cerca siempre de mi
Hay una muy bella interpretación de este tango realizada por el pianista Miguel Ángel Estrella
En 1980 el cuarteto Cedrón grabó varios poemas de Julio Cortazar, musicalizados por Edgar Cantón. Aquí te dejo el tango que da título al álbum.
No parecía posible hacer tango con las poesías de Raúl González Tuñón (1905 – 1974). Pero Cedrón demostró lo contrario. Así nacieron algunos de sus temas más conocidos,
El cuarteto también grabó un disco conceptual, con texto de Mario Paoletti y música de Cedrón, basado en los personajes y las historias creadas por Roberto Arlt. De los doce temas se destaca el vals «Orejitas perfumadas», que da título al álbum. Aquí te dejo una versión diferente:
Apenas regresó de Francia, el Tata se pescó una fuerte gripe, y su amigo Acho Manzi vino a visitarlo y a traerle un nebulizador y una radio con lector de cd, … y un poema inédito de su padre, Homero Manzi. Se trataba de «Palabras sin importancia».
Cedrón lo musicalizó y lo estrenó al poco tiempo en el bar Tuñón. Acá va la versión de Lidia Borda,
Finalmente, Acho le dio a Cedrón varios poemas de Homero Manzi, que terminaron conformando el disco «Inéditos», donde entre los 14 temas que lo componen, se cuela uno no tan inédito. Se trata del famoso «Responso» que Anibal Troilo le dedicó a Manzi. Y también hay un poema escrito «a dúo» por Manzi y Cátulo Castillo, llamado «En un corralón de Barracas»
En 2009 el Tata Cedrón fue declarado Ciudadano Ilustre de Buenos Aires, y en 2011 recibió el Premio Gardel al mejor álbum orquestal de tango alternativo. Se trataba de «Corazón de piel afuera» que incluye un tema en homenaje a la escultora «Lola Mora».
Y para terminar esta historia que todavía no termina, contemos que, durante la cuarentena por el Covid 19, el Tata Cedrón se asomaba al zaguán de su casa en Villa del Parque, para regalar «canciones al paso». Hermoso gesto, ¿no?