La Gran Guerra
Seguramente conocés este tango, o al menos lo escuchaste alguna vez,
Obviamente se refiere a una guerra en tierra francesa; y por la fecha de su composición, no puede ser otra que la «Gran Guerra» de 1914. De hecho, en 1932 todavía faltaban 7 años para la invasión de Polonia por Alemania. Por eso, obviamente, nadie la llamaba todavía con el nombre que la conocemos hoy: «Primera Guerra Mundial».
Argentina permaneció neutral durante todo el conflicto. En aquella época anterior a los viajes en avión, la guerra era algo que prácticamente pasaba en otro mundo. Pero siendo un país de inmigrantes, no es de extrañar que las noticias que llegaban de Europa se vivieran no sólo con interés, sino con una enorme pasión.
Y por ese mismo motivo, tampoco es de extrañar que muchos tangos tratasen sobre esa guerra atroz, que -como escribió H. G. Wells y posteriormente repitió Woodrow Wilson- se esperaba que pusiese fin a todas las guerras.
Uno de los mejores tangos sobre la Gran Guerra es «El Marne», escrito por Eduardo Arolas en Montmartre, París, en enero de 1919, o sea un par de meses después de la firma del armisticio.
El tango se refiere a la última ofensiva alemana en Francia, llamada segunda batalla del Marne, que ocurrió entre el 15 de julio y el 6 de agosto de 1918). Su fracaso condujo a una contraofensiva aliada, que terminó la guerra poco tiempo después.
Ya escribiremos sobre Arolas en otro momento. Por ahora digamos que falleció en París cinco años después, con sólo 32 años.
Otro tango muy conocido que hace referencia a la Gran Guerra en un tono «muy» similar a «Silencio» es «La novena» de Miguel Bonano y Alfredo Bigeschi, escrito en 1933. Aquí te dejo la versión de la uruguaya Nina Miranda acompañada por la orquesta de Donato Racciatti.
Tanto «El Marne» como «Silencio» y «La Novena» son posteriores a la Guerra. El primero por unos pocos meses; el otro por varios años. Pero muchos tangos se escribieron «al mismo tiempo» que el conflicto se estaba desarrollando en Europa.
Tal es el caso, justamente, de «Conflicto» compuesto por el Genaro Espósito,
El 15 de agosto de 1920, cuando contaba ya con 35 años, el «tano» Genaro zarpó de Buenos Aires a bordo del «Garona» con destino a Francia. Y allí vivió hasta su fallecimiento en el hospital Broussais de París en 1944, es decir en plena segunda guerra mundial.
En una entrada anterior ya mencionamos al tango «Belgica», de Enrique Delfino, que se refiere a la invasión de ese país por Alemania al comienzo de la guerra. Se estrenó en diciembre de 1916. La letra de Manuel Romero es posterior.
En 1915, Francisco Lomuto (1893 – 1950) escribió «Los Dardanelos»
Se refiere a la Batalla de Gallípoli por el control del estrecho de los Dardanelos. En el póster se ven a Alemania y Turquía bailando en un espacio con entrada prohibida, mientras que Francia parece estar invitando al Imperio Británico a abrir el portón. Hay que mencionar que la batalla, que se extendió por casi 11 meses y se cobró casi medio millón de bajas, terminó con una decisiva victoria otomana…., y la dimisión de su principal promotor, Winston Churchill, por entonces Primer Lord del Almirantazgo.
El 4 de abril de 1917 un submarino alemán undió la goleta argentina «Monte Protegido» cerca de las islas Scilly, en el extremo sudoeste de Inglaterra. El barco era propiedad del armador Pablo Arena, y transportaba lino con destino a Róterdam. Llevaba el pabellón argentino bien visible, tanto en el mástil principal como en la proa. No hubo víctimas entre la tripulación. La reacción diplomática argentina fue enérgica y la respuesta alemana, conciliadora, con desagravio de la bandera argentina y pago por el daño material.
Un jóven de apenas 18 años, llamado Francisco Pracánico, decidió escribir su primer tango, y le puso como nombre «Monte Protegido».
Otros tangos alusivos a la Gran Guerra fueron, «Ultimátum, tango de actualidad», de Fermín Fernández, «La revanche» de Eduardo Costa, «Triunfo inglés» de Orfeo del Giudice, «Se le acabaron los cortes» de Mariano Caruder, «No me hable de la guerra…», del chileno Osmán Pérez Freire, «Garufa europea» de Fernando Ribeiro hijo, «El marsellés» de Alejandro Bustamante, entre otros…
El Kaiser ya se piantó el Kronprinz también con él. ¡Viva Francia y sus aliados! ¡Viva Foch y su cuartel…! En Holanda está escondido el Kaiser y su familia, pero Foch, que lo ha sabido, pronto lo va a ir a buscar.
Y, ¿cómo olvidar el tango escrito por Lío Glady con el título más largo del género? «No me pises la piolita (dijo Wilson a Guillermo). El germano que es malvado y ambicioso. Wilson se une a los aliados para voltear al coloso»… Si, como el «La bella y graciosa moza…» de Les Luthiers.
Para terminar, volvamos a «El Marne», el mejor y más conocido de los tangos bélicos. Hay tantas, tantas versiones… Empezando por la que grabó la Típica Select de Delfy en 1920, pasando por las de Francisco Canaro (con el Quinteto Pirincho), Juan D’Arienzo, Osmar Maderna, Pedro Maffia, «Tito» Martín (aka. el D’Arienzo chico), Ciriaco Ortiz, Ástor Piazzolla (con el Octeto Buenos Aires), Armando Pontier, Horacio Salgán, Atilio Stampone (en dos versiones), Aníbal Troilo (con arreglo de Piazzolla), Héctor Varela, … ¿Con cuál quedarse?…
Como ejemplo de esta variedad, elijo el sólo de bandoneón de Leopoldo Federico, …
… y la coreografía de Anna Gudyno and Kirill Parshakov,