Gardel conquista España
Esta semana: «Gardel conquista Europa» o, como dijo un periodista catalán:
“Vino Gardel y supimos lo que eran los tangos argentinos”.
El dúo Gardel-Razzano se había consolidado en Argentina, mientras que el tango y el jazz se afianzaban como los bailes de moda en Europa. En España, por ejemplo, se había desarrollado una vertiente autóctona, con “Fumando Espero”, escrito en Barcelona por los músicos catalanes Joan Viladomat Masanas y Félix Garzo (seudónimo este último de Antoni Josep Gayà), como su tango más conocido.
Primero, la versión española cantada por Sara Montiel:
Y ahora la versión argentina, en la voz de Argentino Ledesma:
Nota al margen: Fijate como en esta última versión el cantante “entra tarde”, después de que la orquesta se lució durante más de un tercio del tango. Es lo que se llama “estribillero”, muy común en la década de 1940.
Bueno, volviendo a la historia, en 1923 Gardel-Razzano realizaron una gira por España, acompañando a una compañía teatral. Cantaban, disfrazados de gaucho, al final de la representación dramática.
Aprovechando la estadía en Europa, el dúo conoció París y Toulouse (ciudad natal de Gardel).
En 1925, Razzano dejó de cantar por una lesión de laringe y se convirtió en empresario de Gardel, quien comenzaba así su carrera solista.
En esa nueva condición, Gardel visitó nuevamente España en 1925/1926. Su presentación en el teatro Goya de Barcelona fue un éxito tan enorme, que las diez funciones inicialmente programadas, se extendieron a dos meses.
En Barcelona Gardel grabó 21 temas para el sello Odeón utilizando por primera vez un micrófono. Esto explica la diferencia de calidad que se percibe con los tangos grabados con anterioridad a esa fecha, cuando el proceso era “mecánico” con el uso de una bocina captora.
En particular, grabó el tango español “Dolor” de Teodoro Diez Cepeda:
Como cuenta el mismo Diez Cepeda:
«Conocí al inolvidable Gardel en el Teatro Romea de Barcelona (ver foto) en 1926 […]. En verdad era un fenómeno. Como me gustó tanto ,cité en mi casa al autor Pérez Moris y le expuse el deseo de escribir unos tangos y presentarlos al cantor para que escogiera lo que más le gustara. Le visitamos en el Romea y nos recibió muy amable (como él era) y nos citó un día para oírlos. Entre cuatro números escogió el tango “Dolor” que por cierto fue un gran éxito en su voz. No me grabó más por los muchísimos compromisos que tenía, pues los autores le asediábamos».
A su regreso a Buenos Aires, y con el dinero que había ganado durante su gira, Gardel pudo comprar una casa para él y su madre en el barrio del Abasto.
Mientras tanto, se preparaba para una nueva gira…