Derecho viejo
El período que va de 1912 a 1917 fue muy importante en la vida de Eduardo Arolas. Ya en el primer año formó un trío con Roberto Firpo en piano y Tito Roccatagliata en violín,
que se presentaba en «El Estribo» y -muy especialmente- en el «Armenonville», uno de los cabarés más lujosos de Buenos Aires.
Para la nochebuena de 1913, Arolas y Firpo escribieron un tango inspirado en los «Fuegos artificales» que se realizaban en el Jardín Japonés y que se podían ver desde el famoso cabaret. La primera grabación fue realizada por el trío en 1916, pero sumando al contrabajista Leopoldo Thompson. Posiblemente haya sido la primera vez que se incluía a este instrumento en la grabación de un tango.
El pianista rasga con su pulgar el teclado, los violines aguijan la cuerda prima, los bandoneones petardean, y al abismal contrabajo caen, para morir, las estrellas de la cohetería chispera.
Francisco García Jiménez: «Así nacieron los tangos» (Buenos Aires, Corregidor, 2019).
En mi opinión, la versión grabada por la orquesta de Roberto Firpo el 4 de noviembre de 1927 sigue siendo la mejor de las más de treinta existentes (y contando).
Durante esta época Arolas conformó su propia orquesta típica, con Rafael Tuegols y (un debutante) Julio De Caro en violines, Luis Berstein en contrabajo y Roberto Goyeneche en piano. (No, no es ese Goyeneche; es otro). Se presentaban en el Royal Pigall de Corrientes 825, sobre el que ya hablamos en otra entrada.
Los intérpretes, su número y los instrumentos fueron variando, pero la orquesta se mantuvo, llegando a grabar varios discos. Aquí va como ejemplo, «La Guitarrita», dedicada al gran guitarrista uruguayo Mario Alberto Pardo. Para esta grabación del 24 de abril de 1917, C. Lombardo reemplazó a De Caro, y L. Ricardi, a Goyeneche.
Si. El registro es malo. Pero representa «el estado del arte» de aquella época. Acá va la versión de Mariano Mores,
Años más tarde, Gabriel Clausi le pondría letra, pero sin mucho éxito. Otra historia sería la versión de Pascual Contursi, quien incluso le cambiaría el título a «Qué querés con esa cara». Así la grabó Carlos Gardel en 1920. Pero acá va una interpretación de la orquesta de Aníbal Troilo en la película «Mi noche triste» de Lucas Demare (1952). El actor es Jorge Salcedo, pero la voz es de Raúl Berón,
En 1917, Arólas grabó «La payanca» y «Flor de fango», acompañando al payador Pancho Cuevas. Los temas no son suyos, pero vale destacar que son grabaciones contemporaneas de la de Gardel de «Mi noche triste».
Otros temas de esta época son «Rawson»,
… «Araca»,
… y «Anatomía», con una portada de miedo, …
Evidentemente, todos estos tangos son excelentes. Pero, tal vez, la mejor obra escrita por Arolas durante este período sea «Derecho viejo».
El título de este tango puede resultar algo extraño, pero es (o era) una forma de referirse a algo que había que hacer «derecho viejo», es decir, sin rodeos, directamente.
Según Rafael Tuegols, Arolas compuso este tango en «La Morocha», ubicado en Corrientes y Del Carril (hoy, Anibal Troilo). Para Vicente Demarco, en cambio, fue compuesto en Bragado durante una gira. La fecha de su composición está entre 1912 y 1916, año de su estreno.
Hay chiquicientas grabaciones: Eduardo Bianco, Franciso Canaro, Juan D’Arienzo, Alfredo De Angelis, Julio De Caro, Mario Demarco, Juan de Dios Filiberto, Roberto Firpo, Osvaldo Fresedo, Francini-Pontier, Mariano Mores, Mario Pardo, Ástor Piazzolla, Armado Pontier, Francisco Pracánico, Osvaldo Pugliese, Tarragó Ros, Florindo Sassone, Héctor Varela, … Tal vez sea más corta la lista de las orquestas que no lo grabaron.
Este tema da para versión orquestal (y baile),
… tango-rock, …
… y tango electrónico,
El 31 de enero de 1951, en el cine Astro, se estrenó la película «Derecho viejo», dirigida por Manuel Romero, y dedicada a Eduardo Arolas. El actor Juan José Miguez interpretaba al protagonista. Lita y José Méndez son los bailarines en la escena donde se ejecuta el tema que da título a la película.
Y damos por terminado aquí este período. Poco después, la vida de Eduardo Arolas va a dar un giro inesperado. Y su obra irá acompañando y dando testimonio de su descenso al infierno.