Acquaforte
Corría el año 1931. El cantor Juan Carlos Marambio Catán había realizado una larga gira por varios países de Europa, culminando con actuaciones en El Cairo.
Desde Alejandría viajó en barco hasta Génova, y desde allí en tren hasta Milán, donde lo esperaba su gran amigo Horacio Pettorossi.
A sus 35 años, los dos amigos ya no eran unos pibes. Pero por más cansado que estuviera Juan Carlos después de semejante viaje, aceptó con gusto la invitación de ir a tomar algo y escuchar música en el Excelsior.
Durante la conversación, Horacio le tarareó a su amigo una melodía sobre la que estaba trabajando, e inmediatamente Juan Carlos empezó a imaginar una letra con base en el ambiente de ese local nocturno.
Pero, como recordaba el mismo autor,
… tuvimos bastantes dificultades para la publicación de esta obra [en Italia]. En la censura la rechazaron porque era una canción anarquista (…) pero un cura tangómano amigo de Pettorossi se ocupó de gestionar su aprobación (…), nos impusieron la condición de que el título debía llevar la aclaración: Tango argentino, porque decían que lo que se describía en esa letra no ocurría en Italia
Carlos Marambio Catán: «60 años de tango» (Editorial Freland, Buenos Aires, 1973).
En su versión italiana, este tango fue estrenado por Gino Franzi (1884 – 1958), con gran éxito.
È mezzanotte. Il cabaret è ancora vivace. Molte donne, fiori e champagne. Va a iniziare l'eterna e triste festa di quelli che vivono al ritmo di un tango. Quaranta anni di vita mi incatenano, bianca la testa, vecchio il cuore: oggi posso già guardare con molta tristezza quello che altre volte ho visto con illusione
No creo que haya una grabación de aquella primera versión, pero con este video uno se puede dar una idea de la emotividad de la interpretación de ese carismático cantante italiano.
Por su parte, la editorial de Julio Garzón de París publicó una partitura, con letra traducida al francés por G. Ribaut-Demont. La tapa lleva, debajo del título «Acquaforte», la aclaración «Eau-forte».
Ahora, ¿qué es un aguafuerte? Se trata de una técnica de grabado que consiste en recubrir una plancha metálica con barniz sobre la cual el grabador dibuja con un estilete. Finalmente, la plancha se sumerge en una solución de agua y ácido nítrico (aguafuerte) que corroe el metal en las zonas sin barniz, formando surcos. Se retira el barniz, se impregna la plancha con tinta, y con ella se imprime el papel. El resultado es un grabado con mucho contraste. Y es justamente al fuerte contraste social de la escena que describe el tango, lo que posiblemente llevó a que González Catán le diera ese título a su tango.
La primera grabación fue realizada en Buenos Aires por Agustín Magaldi en 1932, para el sello Brunswick.
Como ves, Agus, las canciones de protesta no fueron inventadas en los años 1960. De hecho, «Acquaforte» es uno de los mejores ejemplos de una línea de tangos que floreció en esa época, en los cuales
… los autores no fueron indiferentes a las injusticias y a las grandes diferencias de clase, denunciaron el malestar de la clase trabajadora respecto a la opulencia en la que vivían los señores industriales y los dueños del poder.
Nilda Sain: «Entre un Corte y una Quebrada: Letras de Tango y la Identidad Cultural Argentina (Universidad de Córdoba, 2018) p. 43.
De hecho, este tema
… se inscribe en la línea de los tangos de protesta, de la llamada literatura comprometida o literatura social. Son muchos los temas y los autores; entre ellos Discépolo, Flores y Linyera. Algunos de estos autores fueron anarquistas azules, es decir anarquistas pacíficos y literarios, cuando no cristianos.
Eduardo Giorlandini
Por su parte, Manuel Adet destaca otro aspecto del tango,
“Cuarenta años de vida me encadenan, blanca la testa viejo el corazón, hoy puedo ya mirar con mucha pena lo que en otros tiempos miré con ilusión” – El desencanto, el aburrimiento de una vida vacía, la sensación amarga del fracaso persiste.
“Las pobres milongas dopadas de besos, me miran extrañas con curiosidad, ya ni me conocen estoy solo y viejo, no hay luz en mis ojos la vida se va” – El manifiesto decadente está expresado sin disimulos. La soledad se confunde con la vejez y la vejez es, como se sabe, el anticipo de la muerte, un sentimiento que se expresa como contraste en un escenario donde supuestamente hay música, risas y fiesta.
Manuel Adet: «Acquaforte» (El Litoral, 14 de abril de 2012)
Al año siguiente del registro de Magaldi, lo grabó Carlos Gardel, también con acompañamiento de guitarras, y entre ellas, la de Horacio Pettorossi (!).
Magaldi y Gardel no suenan tan distintos, ¿no? En otra oportunidad hablaremos de los otros dos cantores, Agustín Magaldi (1898-1938) e Ignacio Corsini (1891 – 1967) que, junto con Carlos Gardel (1890 – 1935), formaron el «trio de oro» de la década de 1930.
Las versiones de este tango son innumerables. Citemos, por ejemplo, las de Miguel Montero con Osvaldo Pugliese (1958), Edmundo Rivero con Horacio Salgán (1961), Miguel Montero con José Libertella (1963), Jorge Casal (1964), Jorge Durán (1971), Néstor Soler (1992), Fabián Russo con el Sexteto Canyengue (1992), Elvira De Grey’s (1995), Norberto Viñas con el trío Los Morochos (1996), Óscar Chávez con Carlos Porcel (méxico, 1997), Luis Cardei con Antonio Pisano (2000), Lina Avellaneda con Nicolás Ledesma (2002), Carel Kraayenhof y su sexteto Canyengue (2006), Gaby (2010), Szapiro y Polemann (guitarra y clarinete, 2012), Tango a cuerda (instrumental, 2014), Cintia Barrionuevo y Fernando Tato (2018), Adrián Murga y Amalia Escobar (2018), Daniel Yaria (2018), Hernán Cucuza Castiello con Menesunda (2019), La Runfia Rioplatense (2020)… y la lista sigue…