La cantante de 100 años
Había comenzado a probar el sonido a las dos de la tarde. Ocho horas después apareció en escena, vistiendo su tradicional poncho colorado. El público que colmaba el Luna Park la recibió con una larga ovación. La ayudaron a caminar hasta el micrófono, y comenzó su recital con la famosa sexta estrofa del Martín Fierro:
Cantando me he de morir, Cantando me han de enterrar, Y cantando he de llegar Al pié del Eterno Padre — Dende el vientre de mi madre Vine a este mundo a cantar.
Y si a alguien se pueden aplicar esos versos, sin duda es a Nelly Omar. Nacida en Guaminí en 1911 como Nilda Elvira Vattuone, conoció a Gardel a los 8 años, tras una representación del dúo Gardel – Razzano; y comenzó a cantar a los 13 años.
Y esta presentación en el Luna Park que mencionamos al comienzo, la brindó en 2011, dos meses después de haber cumplido cien años; siendo la persona de más en edad en la historia en haber realizado un recital multitudinario.
Ya vivían en Buenos Aires cuando, en 1924, su padre falleció de un infarto, dejando una viuda y diez hijos e hijas. Con sólo 12 años, Nilda entró a trabajar en una fábrica donde ganaba una miseria, pero ayudaba a la economía familiar.
También ayudaba con actuaciones en su escuela, y especialmente en el cine Argos, fundado en Federico Lacroze 3457 en 1928, y cuyo edificio todavía existe.
Ya para esa época se presentaba en las radios Splendid, Mayo, Rivadavia, Belgrano y Stentor. A veces se presentaba a dúo con su hermana, Nélida, de quien posteriormente tomó su nombre artístico: «Nelly Omar».
Su fama se cimentó en la radio. Se la llamó «La Gardel con polleras», «La voz diferente» o «La voz dramática del tango». Ya llevaba varios años como gran figura del Tango, y con dos películas en su haber (Canto de amor, de 1940, y Melodías de América, de 1942)….
… cuando -en 1946- grabó su primer disco para el sello Odeón. Aquí, la podés escuchar cantando «Canción desesperada», de Discépolo.
Nelly Omar había conocido a Eva Duarte en 1940, cuando ambas trabajaban en la radio, y se hicieron amigas. Según contaría años más tarde,
Una sola vez en mi vida alguien intercedió para que se me permitiera actuar en Radio Splendid. Fue Evita, y no porque yo se lo pidiera. Ella no entendía cómo no me concedían un espacio. Le gustaba como cantaba y mucho más que cantara las cosas nuestras. Retribuí ese gesto grabando la milonga «La descamisada» y la marcha «Es el pueblo»
También actuó en algunos actos del gobierno. Así que, tras el golpe de estado de 1955, pasó a integrar la «lista negra». Tuvo que exiliarse del país, para regresar al asumir Arturo Frondizi. En 1969 grabó un disco de temas folclóricos, junto a las guitarras de Roberto Grela.
También durante esa época escribió varios tangos, canciones, valses, milongas, y hasta un bolero.
Con la llegada definitiva de la democracia, Nelly Omar comenzó a cosechar reconocimientos, mientras permanecía activa en televisión y festivales.
Según lo que ella misma afirmaba, Homero Manzi no sólo le dedicó «Malena»:
Malena canta el tango como ninguna y en cada verso pone su corazón. A yuyo del suburbio su voz perfuma, Malena tiene pena de bandoneón.
sino también, «Ninguna»
Esta puerta se abrió para tu paso. Este piano tembló con tu canción. Esta mesa, este espejo y estos cuadros guardan ecos del eco de tu voz.
«Solamente ella»,
Ella vino a mi mano en el invierno, vacío de esperanza el corazón. Hoy vive entre mis sueños y es eterno su sueño de mujer y de canción.
y «Sur»,
Ya nunca me verás como me vieras, recostado en la vidriera y esperándote. Ya nunca alumbraré con las estrellas nuestra marcha sin querellas por las noches de Pompeya...
Nelly Omar falleció en el CEMIC, el 20 de diciembre de 2013. Tenía 102 años.