Tangos para Agus

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Rubén Juárez

Ballesteros es un pequeño pueblo, con unos 5000 habitantes, cercano a Villa María, en la provincia de Córdoba. Sus principales actividades se relacionan con la agricultura y la ganadería, y tiene una pequeña reserva ecológica llamada «El Pozanjón». Pero si hay algo que enorgullece a todos sus pobladores, es que allí nació, el 5 de noviembre de 1947, Jorge Rubén Juárez.

Si bien nació en Ballesteros, a los 2 años ya vivía en Avellaneda. A los seis años empezó a estudiar bandoneón y guitarra. Y en 1956, con 9 años, ingresó en la Orquesta Juvenil del Club Independiente. También formó un grupo de rock, «The Black Coats», donde tocaba la guitarra y cantaba en inglés bajo el seudónimo de Jimmy Williams. Este conjunto de la nueva ola llegó a tocar en Radio El Mundo.

Pero un día en el Club Cramer escuchó cantar a Julio Sosa, y fue como una epifanía. Ya fallecido «El varón del Tango», formó un duo con el guitarrista Héctor Arbello, y comenzaron a hacer giras por Argentina. En uno de esos viajes conoció a Horacio Quintana, cantor de la orquesta de Lucio Demare.

Y así llegamos al año 1969, cuando por intermedio de Demare, Rubén Juárez logra su gran oportunidad, debutando en Caño 14, con un éxito inmediato.

Cuando se produjo su aparición en el gran escenario del tango, hubo algo así como una celebración. De viejos y nuevos devotos del género, autores de varias generaciones y distintas expectativas, difusores, comentaristas, músicos, gente…

«Fue uno de los raros casos en que un joven y nuevo fue aceptado sin resistencias, casi unánimemente y reconocido como figura de promisorio futuro. Sus condiciones de cantor no dejaban dudas; su fuerza interpretativa, su presencia y personalidad fueron contundentes, tanto como esa simpatía y ese ángel que suelen resultar imprescindibles para ganar.

«Lo cierto es que su nombre entró a sonar gratamente en el ambiente del tango. Era una voz que estaba haciendo falta. Además, tocaba el bandoneón, y bien. Esto le confería a su personalidad un rasgo singular y atrayente.

Héctor Negro: Los Grandes del Tango.

Como con otros grandes cantantes, Troilo fue su padrino artístico. Y el 2 de junio de ese mismo año de 1969, Juárez grabó su primer tema para Odeón. Se trata de un tango «moderno», del mismo Horacio Quintana que lo «descubrió», y con letra de Julio Martín.

Rubén Juárez: Para vos canilla (1969).

No hay que despreciar au aparición en uno de los programas más populares de la televisión argentina, «Sábados circulares» de Nicolas «Pipo» Mancera, ya que le brindo un éxito popular y masivo, más grande que el primer empujón de su debut en Caño 14.

De movida mostró condiciones de compositor, que más tarde revalidó con creces. Armó y creó espectáculos… Hizo cine, triunfó en el interior del país y fuera de él y cuando se quiso dar cuenta ya se había convertido en una verdadera figura de la canción popular y el espectáculo».

Héctor Negro: Los Grandes del Tango.

Hizo giras por Latinoamérica. En 1978 ganó su primer Disco de Oro. Se presentó en España, en el «Trottoirs» de París (1981) y en Estados Unidos. Hizo teatro y café concert con otros jóvenes cantores como Raúl Lavie y Chico Novarro.

Te paso algunas de sus interpretaciones más celebradas y recordadas, como «Dandy» de Agustín Irusta, Santiago Roberto Jugazot y letra de Lucio Demare (1945).

Rubén Juárez: «Dandy» (1972, EMI Odeon SAIC)

Otro de sus temas de gran éxito fue «Café la Humedad» (1974), compuesto por su colega y amigo, Cacho Castaña. Como decía Héctor Negro, Rubén Juárez «se jugó con temas nuevos y demostró que se podía lucir también con los clásicos»…

https://youtu.be/xOAu4XL62Q0

Un capítulo aparte merece su intensa interpretación de «Pasional», de Jorge Caldara y letra de Mario Soto (1951),

Rubén Juárez: «Pasional», en el recital de «Valeria Canta Tangos» (1986).

Fijate que, durante la mayor parte de la ejecución, la orquesta detrás de él permanece en silencio, y sólo suenan el bandoneón y la voz de Rubén Juárez. Posiblemente haya sido el único caso de un bandoneonista-cantor, y de semejante calidad interpretativa.

También fue un prolífico compositor. Sin duda, su tema más conocido es su autobiográfico «Mi bandoneón y yo (Crecimos juntos)» (1969), con letra de Julio Martín (el mismo letrista de «Para vos canilla»).

Rubén Juárez: «Mi bandoneón y yo (Crecimos juntos)»

En 2002 volvió a su Córdoba natal, y se instaló en Carlos Paz. Con sólo 55 años, ya era toda una leyenda, y le llovían reconocimientos como el Konex de Platino o la ciudadanía ilustre de Buenos Aires.

Los ídolos del rock nacional, como Charly García, Pedro Aznar o Litto Nebbia lo reconocían como uno de los suyos. Mirá, por ejemplo, su «inesperada aparición» en un recital de Charly García en Nantes,

Charly García y Rubén Juárez: «Canción para mi muerte»

En 2008 se le diagnosticó cáncer de próstata. Se sometió a duras sesiones de quimioterapia, pero ya era tarde. En abril de 2010 se descubrió que tenía metástasis en los huesos. Sufrió una descompensación durante la noche del 28 de mayo de 2010, y se lo internó en la terapia intensiva del Sanatorio Güemes, donde falleció tres días después, a los 62 años.

Bueno, Agús, ahora sabés algo más sobre el personaje a quien «nuestra» ciudad de La Falda le dedicó un monumento.

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